Cuando empecé a organizar los Campamentos de Día de Inteligencia emocional para niñ@s y  adolescentes mi intención fue desde el primer momento ofrecer la oportunidad de que los líderes del futuro, nuestros hijos, entendieran qué son las emociones, de dónde vienen, cómo transformarlas y superar el estado de ansiedad y miedos que en sus situaciones cotidianas experimentan,…y descubrir sus talentos y sus brillos ocultos para conseguir transitar esta vida con alegría, plenitud y sobre todo conscientemente.

Para mí, ha sido un aprendizaje comprobar cómo niñ@s que han venido un año tras otro han ido madurando y ahora son adolescentes más seguros, con más confianza y más autoestima. Me conmueve ver las fotos del primer año porque me doy cuenta de lo mucho que yo necesitaba hacer esta actividad en ese momento, probablemente mi niña interior necesitaba un poco de atención, todo es perfecto así.

He disfrutado y disfruto entre niñ@s y caballos. Mis compañeros en este camino de los campamentos han sido personas increíbles que han tenido la profesionalidad y la capacidad de volverse niños cuando hacía falta y profesionales adultos cuando tocaba. Mis hijos Rafa y Alvaro, Inés, Mari Sierra, Esther….gracias infinitas

A los niños que han pasado no creo que pueda nombrarlos a todos pero están todos en mi corazón. Gracias a las madres y padres que han dejado a lo más preciado para ellos (los hijos) en mis manos y han confiado en mi.

Gracias a los maestros de la actividad: caballos hermosos: Londro, Tizón, Sisón, Tamus, la Manada de Yeguas y potros de la Ganadería VB y al maestro de maestros Bribón, mi fiel y adorado compañero de camino.