La pasada semana ofreci por primera vez la formación Train the Trainer en el espacio Caballos Cima de Vila en Pontevedra, ahora vivo en Galicia y la verdad es una bendición poder ofrecer mis actividades en este lugar y con los caballos maestros Meiga, Aragor, Arosa, Sasha y Chula, la hermosa manada que Cristela Pemán cuida y maneja de una manera súper natural.
Y escribo este post porque acabo de ver las fotos y videos que hice a la participante y me he emocionado.
Me suele pasar que los dias de formación voy haciendo fotos y videos casi en automático, mi cámara se dispara y capta momento increíbles, voy alternando videos y fotos y realmente no soy consciente de qué grabo y qué no.
En las formaciones de empresa suelo contar con ayudantes o con algún profesional que lo hace pero en estos casos, cuando trabajo para una sola persona estoy mucho más enfocada en lo que está ocurriendo y disfruto muchísimo después, como acabo de contar, cuando me sorprendo de cómo mágicamente tengo registrados momentos que no recuerdo haber grabado pero que ahí están.
La formación se desarrolla en una burbuja de tiempo y espacio en la que pasan las horas y hablamos muchísimo, y esta vez al final puse la grabadora y mirar las palabras que salieron de la boca de la participante
«Siento que una transformación ha ocurrido en mi, desde adentro, con mucha paz, calma y tranquilidad.
Es impresionante lo que he descubierto: la comunicación corporal es tan efectiva¡¡ y es una parte olvidada, al menos por mi.
He vivido la experiencia desde la tranquilidad de fuera pero sobre todo conmigo
He descubierto la importancia de la observación y el saber decir y hacer. No desde el estilo que nos han enseñado, sino desde adentro, desde la sabiduría que cada ser humano tenemos, porque venimos con un patrón de seguir las instrucciones y aquí he tenido que trabajar desde la intuición y la consciencia.
Qué importante es la respiración, me lo han dicho los caballos, porque respiraban muy fuerte cuando me he acercado como diciendo: respira¡¡
Siento un gran agradecimiento. Gracias Carmen por ser un instrumento, por ofrecer esta formación que exige un gran entrenamiento para recibir a personas y atenderlas desde la paciencia y la entrega.»
En fin no tengo palabras para bendecir esta profesión, seguimos¡